lunes, 10 de septiembre de 2007

unonvrmacho

16 Abril 2007

unonvrmacho

.

He vuelto a las calles desiertas, a las noches sin bares. El pueblo blanco y verde del que escapé una tarde sigue siendo el mismo. Pero la vida me pesa demasiado. Los tragos en mi alcoba no sacian mi sed ni mi soledad. Escondola cabeza en la almohada. Presiento que este silencio llegará a matarme aún antes que la bebida. Ahora soy otro. Necesito el rumor de las avenidas, la televisión, el olor a serrin húmedo de cerveza en los bares de barrio. Se que huiré pronto de aquí, la mujer que me amó un día ya hoy ya tampoco lo habita. No queda nadie. Y los que quedan sueñan con marcharse. Sólo los viejos esperan a la muerte sentados en sus puertas. Oigo un aleteo. Un murcielago triste ha entrado por la ventana, le invitaré a compartir el sabor del vino rojo. El vino da sangre. Eso dicen. Pero el murciélago se espanta y se escapa, me quedo sólo moqueando toses. Fumando humos que dibujan fantasmas en las cortinas, las sombras surgen de latablas oscuras del ropero. En el espejo aparece un rostro que no es mío. Mi bisabuelo con sombrero se burla de mí. Mi abuela saca el pan del horno. Mi padre salta de la cama en pantalones cortos. Mi madre aun no ha nacido y yo dejo de existir en este momento. Mi bisabuelo sigue burlándose.

servido por nohaicolor sin comentarios compártelo



Sobre mí

Avatar de nohaicolor

No hay comentarios: